La producción y disponibilidad de alimentos nutritivos, saludables y culturalmente adecuados depende de ecosistemas que funcionan bien, pero también de nuestra capacidad para reconocer los derechos humanos y los valores intrínsecos de otros seres vivos,
Los alimentos nutritivos saludables no pueden ser reemplazados por envases de carne y productos lácteos congelados homogéneos, insípidos y sin nutrientes producidos en fábricas lejanas.
Desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, conocida como coronavirus, la relación entre este evento y el cambio climático ha sido de un intenso análisis.
En una sociedad global cada vez más urbana, la lucha contra el hambre y el mejoramiento nutritivo en ciudades y periferias se vuelve un objetivo central.
¡Poder comer alimentos saludables es un derecho fundamental! ha llegado el momento de transformar nuestras sociedades a favor de la Soberanía Alimentaria y de la Agroecología Campesina.