La batalla más dura es el miedo que genera. La verdadera pandemia es el miedo aterrador que se expande sin piedad. El miedo al coronavirus debilita el sistema inmunológico y hace más mortal al propio virus.
Durante todo el confinamiento los sectores rurales se han mantenido trabajando para producir los alimentos de todo el país, enfrentando el miedo de que llegará a sus zonas. Ahora, con la apertura inteligente, debemos apoyarlos para que implementen medidas de prevención y para que el país reconozca su esfuerzo.
El ataque sistémico que la naturaleza está realizando contra la humanidad con un virus diminuto e invisible está causando una grave preocupación, nuestra reacción post-pandemia es fundamental.
Un sistema que luego de años de estar apoyando la avaricia e indiferencia de los ricos, la enfermedad revela la torpeza de los gobiernos autoritarios populistas de derecha que atacaron a la ciencia y la salud pública, los cuales son nuestro mayor apoyo hoy en día.