Un serio llamado de atención recibió la World Wildlife Fund (WWF) por el enfoque conservacionista excluyente contenido en su Informe Planeta Vivo 2020 (LPR2020) que menoscaba el rol de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
La crítica se efectuó mediante una carta abierta enviada por la coalición Rights and Resources Initiative (RRI), una red internacional de pueblos indígenas, afrodescendientes y organizaciones comunitarias locales y sus aliados.
El cuestionamiento apunta a las “raíces racistas de la conservación” que deja de lado e ignora la presencia y las estrategias de conservación propuestas por los pueblos indígenas y comunidades locales.
“La ceguera del LPR2020 ante esta injusticia histórica y continua, el propio ‘pecado original’ de la conservación, es aún más inquietante dada la implicación del propio WWF en una serie de abusos de derechos humanos por los que aún no ha reparado adecuadamente” indica la carta.
La RRI remarca que existe “un sólido cuerpo de investigación” que demuestra que los pueblos indígenas y las comunidades locales “superan a los gobiernos en la conservación de la biodiversidad, el almacenamiento de carbono y la prevención de la deforestación”.
El silencio es violencia
“Al ignorar a la población local o asumir su conformidad con las nociones de conservación del norte (…) existe el riesgo de que el informe dañe a las mismas personas que han estado protegiendo la naturaleza desde el principio”.
El mensaje de RRI anima a que WWF incluya los derechos colectivos a la tierra como una estrategia en el análisis y la construcción de escenarios de todas las estrategias de conservación futuras.
En tal sentido, sugiere apoyarse en trabajos positivos como el informe de los Foresters Invisibles y la colaboración con el Consorcio TICCA Internacional (ICCA).
Asimismo, exigir públicamente, como un ‘requisito fundamental’, la inclusión en el Marco Global de Biodiversidad de salvaguardas legalmente exigibles para proteger y extender los derechos de gobernanza y tierras de los pueblos indígenas, las ‘comunidades locales’ y los afrodescendientes.
Otra recomendación es apoyar públicamente los principios del “Estándar de Oro” desarrollados por el Grupo Principal de Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas y RRI.
En ellos se reconoce y respetan los derechos a la tierra y los recursos de los pueblos indígenas y las comunidades locales en los proyectos y programas de restauración, gestión, conservación, acción climática y desarrollo del paisaje.
También, que la cartera familiar de WWF active sus compromisos de respetar los derechos a la tierra de los pueblos indígenas y las comunidades locales, apoyando la restitución de tierras a los pueblos locales según lo soliciten los pueblos locales.
La carta finaliza pidiendo el compromiso público de WWF de hacer respetar los derechos de gobernanza y tierras de los pueblos indígenas, comunitarios y afrodescendientes como una prioridad organizativa.
Para ello, es necesario dedicar el capital político y financiero sustancial de WWF a ampliar el reconocimiento de los derechos en asociación con los pueblos indígenas y otras organizaciones titulares de derechos.
Suscriptores
Cabe destacar que la carta es suscrita además de RRI por la Coordinadora de Pueblos Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA); la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques y la Alianza de Pueblos Indígenas del Archipiélago, de Indonesia.
Asimismo, por la Red de mujeres africanas para la gestión comunitaria de los bosques; el Pacto de los Pueblos Indígenas de Asia; la Alianza Internacional de Silvicultura Familiar y la Federación de Usuarios de la Silvicultura Comunitaria, Nepal.
De igual modo, por Forest Trends; Recursos e instituciones forestales internacionales; el Instituto Socioambiental, Brasil; el Centro de Medio Ambiente y Desarrollo, Camerún; Respuesta cívica, Ghana; el Programa Regional de Desarrollo e Investigación Ambiental, El Salvador; el Instituto de Desarrollo Rural Landesa y el Centro mundial de agrosilvicultura.
Sobre RRI
La Iniciativa de Derechos y Recursos es una coalición global de más de 150 organizaciones dedicadas a promover los derechos a los bosques y los recursos de los pueblos indígenas, las comunidades locales, los afrodescendientes y las mujeres dentro de ellos.
RRI es una coalición estratégica que va más allá del conjunto tradicional de actores de desarrollo internacional para involucrar a un amplio espectro de organizaciones, cada una de las cuales brinda una perspectiva crítica en la cadena más amplia de actores necesaria para impulsar el cambio.
RRI aprovecha el poder de su Coalición global para amplificar las voces de los pueblos locales e involucrar proactivamente a gobiernos, instituciones multilaterales y actores del sector privado para adoptar reformas institucionales y de mercado que apoyen la realización de los derechos.
La Coalición trabaja para desbloquear los obstáculos políticos a fin de crear las condiciones propicias para el reconocimiento de los derechos sobre la tierra, la implementación piloto y crear caminos a escala.
Fuente: Servindi