Cuando en 1901, en un pequeño lugar de Texas, un par de hermanos descubrieron un yacimiento petrolero que daba cien mil barriles
diarios de petróleo, dio inicio el uso industrial de este producto del
subsuelo que en la característica particular de ser finito.

La Red ANAFAE y CONROA publicaron la investigación: “La exploración de petróleo y gas en Honduras ”, el cual revela las irregularidades, el impacto ambiental y el irrespeto al Convenio 169 en el desarrollo de la concesión petrolera que afectará la zona marítima y costera del mar Caribe en Honduras.

Además, la investigación profundiza en la lucha por la defensa de la vida, el ambiente y los territorios, entregando datos y herramientas útiles para evitar los impactos negativos que tendrá la explotación petrolífera.

En particular, el documento hace una revisión de las cláusulas contractuales y la aceptación de estas por parte del Estado de Honduras, poniendo en evidencia el abandono de la responsabilidad de protección de los pueblos por parte del Gobierno.

Asimismo, la investigación presenta conclusiones diversas sobre distintos tópicos, algunos referidos a la evolución histórica de la exploración de petróleo en Honduras, y otros sobre la Consulta Previa, Libre e Informada de los pueblos indígenas.

Otro tema que destaca la investigación son las promesas y las formas en que las empresas se presentan ante los pueblos para lograr su consentimiento.

Por otra parte, se pueden descubrir las acciones y procedimientos que utilizan los políticos para persuadir a los pueblos para que acepten los proyectos petrolíferos, vinculados principalmente a la supuesta generación de empleo y bienestar.

Desde la ofensiva hasta la resistencia

La investigación nos lleva en un viaje histórico que es necesario conocer para dimensionar la problemática.

Desde las actividades de exploración de gas y petróleo, el surgimiento del departamento de Gracias a Dios y la organización del pueblo Misquito, hasta la vinculación con la búsqueda lucrativa de nuestros recursos por parte de las compañías petroleras y la lucha de las comunidades indígenas por proteger su patrimonio.

En este recorrido destaca cuando se inició la exploración de gas y petróleo en Honduras, comenzando con la perforación de pozos de 100 metros y avanzando hasta más de 5,000 metros de profundidad en Omoa, Cortes, y en Ulúa, Olancho.

También se destaca que la mirada de las transnacionales, la cual siempre ha estado en las reservas de la Mosquitia.

En esta parte del país la exploración se inicia en 2013, bajo el mandato de Profirió Lobo Sosa, quien firmó un contrato con la compañía petrolera BGI para explorar y, posteriormente, explotar los hidrocarburos que abarcan 35,000 km2 del suelo marítimo ubicado frente a las costas de las Mosquitia hondureña.

Del año 2013 al 2019 hubo varios sucesos importantes, tales como que el 2015 BGI fue absorbida por la compañía Shell, y en 2017 Shell distribuye las responsabilidades del contrato a AZIPETROL y a Caribx.

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La investigación también describe la oposición a la exploración y explotación por parte de las organizaciones de sociedad civil Mosquitia Asla Takanka (MASTA) Organización Fraternal Negra Hondureña  (OFRANEH), quienes acusaban que el contrato violaba los derechos de los pueblos indígenas vigentes en el convenio 169 y que la información dispuesta para las comunidades fue casi nula.

Sumando a lo anterior, el documento revela que no existe un informe entregado a los pueblos indígenas de las investigaciones por parte de Shell, BGI, AZIPETROL o MI AMBIENTE, sobre los hallazgos de gas y petróleo.

MASTA y OFRANEH se han convertido en la última línea de defensa para proteger la tierra y su biodiversidad frente a la explotación petrolera, la cual arruinaría sus medios de subsistencia, que se basan principalmente en la pesca.

Promesas Vacías

Foto: Radio Progeso

La exploración petrolera en Honduras revela la avaricia de políticos y empresas, la falta de medidas para cuidar el ambiente y el irrespeto a las comunidades indígenas.

La investigación evidencia que las promesas de mejorar la calidad de vida de las personas fueron vacías, pues a la fecha ninguna de las comprometidas se ha cumplido.

“Lo único visible es su astucia de mantener al pueblo hondureño y a las comunidades indígenas en la oscuridad, violando cláusulas del contrato y no cumpliendo las demandas de las organizaciones que refutan su indiferencia contra ellos”.

La Mosquitia hondureña ha sido declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, siendo considerada la Amazonas de Centroamérica por su gran biodiversidad.

Organizaciones como MASTA y OFRANAEH están en la primera línea de defensa, pero no tienen que estar solos en esta lucha.

Como pueblo hondureño podemos ser de ayuda concientizándonos y buscando formas de apoyar a nuestros compatriotas de la Mosquitia.

Para conocer en detalle la investigación te invitamos a que descargues el documento completo y lo compartas.