Las empresas alemanas Bayer y BASF deben pagar 265 millones de dólares al agricultor que denunció que su herbicida con base a dicamba, había destruido sus cultivos de duraznos. Debido a la deriva, el herbicida habría volado a su huerto, procedente de cultivos vecinos.
Se ordenó a las empresas que pagaran al señor Bader 15 millones de dólares por daños reales y 250 millones de dólares por multas. Bader argumentó que su huerto de mil acres (405 hectáreas) fue destruido por dicamba.
Este es el primer fallo en unos 140 casos de Estados Unidos contra Bayer, dueña de la Monsanto Co., y al conglomerado BASF, quienes responsabilizan a las empresas por millones de acres de cultivos dañados por el herbicida dicamba, en el Medio Oeste de Estados Unidos.
Los agricultores han usado el herbicida dicamba desde la década de 1960, pero se tomaba en cuenta límites relacionados con la alta volatilidad de la sustancia química, por lo que se produce una deriva, lejos del lugar de fumigación.
Cuando los herbicidas con base a glifosato comenzaron a perder su efectividad debido al uso intensivo asociado con los cultivos transgénicos resistentes al herbicida, la industria desarrolló una nueva generación de semillas transgénicas, tolerantes a dicamba.
Monsanto anunció una colaboración con BASF en 2011. Las compañías dijeron que sus nuevos herbicidas con base a dicamba serían menos volátiles y menos propensos a la deriva que las antiguas formulaciones de dicamba, y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) aprobó el uso del herbicida con dicamba de Monsanto “XtendiMax” en 2016. BASF desarrolló su propio herbicida con dicamba que se llama Engenia. Tanto XtendiMax como Engenia se vendieron por primera vez en los Estados Unidos en 2017.
Monsanto comenzó a vender sus semillas tolerantes a dicamba en 2016, es decir, antes de la aprobación regulatoria del EPA, y alentó a los agricultores a usar las formulaciones antiguar de dicamba, que son altamente volátiles.
En su demanda, Bader afirma: “La causa de tal destrucción en los cultivos del demandante Bader Farms es la liberación intencional y negligente del acusado Monsanto de un sistema de cultivo defectuoso, es decir, sus semillas de soja Roundup Ready 2 Xtend genéticamente modificadas y semillas de algodón Bollgard II Xtend (cultivos Xtend) – sin que el herbicida de dicamba haya sido aprobado por la EPA.
Los agricultores afirman que las compañías sabían y esperaban que las nuevas semillas estimularían un uso tan extendido de dicamba, que la deriva dañaría los campos de los agricultores que no compraron las semillas transgénicas tolerantes a la dicamba. Los agricultores alegan que esto era parte de un plan para expandir las ventas de semillas tolerantes a la dicamba genéticamente modificadas. Muchos alegan que las nuevas formulaciones de dicamba vendidas por las compañías también derivan y causan daños a los cultivos tal como lo han hecho las versiones anteriores.
La EPA emitió la siguiente declaración al US RTK:
La EPA está tomando muy en serio los informes de daños a los cultivos relacionados con el uso de dicamba. Estamos trabajando con los estados y los solicitantes de registro para comprender mejor el problema y poder abordar el problema de la deriva ilegal. Teniendo en cuenta los incidentes que se han informado, estamos revisando las restricciones de uso actuales en la etiqueta para ver qué cambios se pueden hacer para que no ocurran exposiciones no deseadas. Las causas subyacentes de los diversos incidentes de daños aún no están claras, ya que las investigaciones en curso aún no se han concluido. Pero la EPA está revisando toda la información disponible cuidadosamente. Confiaremos en la mejor información disponible para informar cualquier cambio regulatorio.
Frente al fallo, Bayer asegura que el dicamba es inocuo para los cultivos si los agricultores siguen las instrucciones, se plantea apelar la sentencia. En una declaración del 17 de febrero, Bayer dijo que “claramente no está de acuerdo con el veredicto del jurado y está muy decepcionado”.
“Apelaremos rápidamente la decisión. Si bien tenemos una gran empatía por cualquier agricultor que sufra pérdidas de cultivos, en el caso del Sr. Bader no se presentaron pruebas competentes que demostraran que los productos de Monsanto estaban presentes en su granja y fueron responsables de sus pérdidas”.
Por su parte BASF declaró que “usaría todos los recursos legales disponibles” para combatir el fallo del 17 de febrero 2020.
Bayer insiste en que los herbicidas Monsanto son seguros y “herramientas valiosas para los productores”. Los herbicidas “no presentan ningún riesgo irrazonable de movimiento fuera del objetivo, cuando se usan de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta”, dice la firma.
Fuente: US RTK